sábado, 16 de abril de 2011

EL CARPINTERO (Heine)

Tu mano se posa sobre el pecho mío.
¿Sientes de un rudo golpe la inquietud?
Es que hay adentro un carpintero impío
que labra mi ataúd.

Y no cesa un instante el golpe fiero...
Y en vano intento al sueño recurrir...
¡Acaba, acaba pronto carpintero,
y déjame dormir!

No hay comentarios:

Publicar un comentario