—Visita —murmuró el de encima.
Se puso de pie, frotándose los brazos. ¿Cuánto había dormido? Uno de los suplicios de Pentonville Prison era no saber la hora. En la cárcel de Brixton y en la Torre de Londres escuchaba las campanadas que marcaban las medias horas y las horas; aquí, las espesas paredes no dejaban llegar al interior de la prisión el revuelo de las campanas de las iglesias de Caledonian Road ni el bullicio del mercado de Islington y los guardias apostados en la puerta cumplían estrictamente la orden de no dirigirle la palabra. El sheriff le puso las esposas y le indicó que saliera delante de él. ¿Le traería su abogado alguna buena noticia? ¿Se habría reunido el gabinete y tomado una decisión? Acaso la mirada del sheriff, más cargada que nunca del disgusto que le inspiraba se debía a que le habían conmutado la pena. Iba caminando por el largo pasillo de ladrillos rojos ennegrecidos por la suciedad, entre las puertas metálicas de las celdas y unos muros descoloridos en los que cada veinte o veinticinco pasos había una alta ventana enrejada por la que alcanzaba un pedacito de cielo grisáceo. ¿Por qué tenía tanto frío? Era julio, el corazón del verano, no había razón para ese hielo que le erizaba la piel.
Así comienza. la nueva novela de Mario Vargas Llosa, uno de los lanzamientos editoriales más esperados del otoño literario. Cuatro años después de su anterior novela, Travesuras de la niña mala, Vargas Llosa llegará el 3 de noviembre a las librerías de España, Latinoamérica y el mercado en español de los Estados Unidos con El sueño del celta, obra basada en la apasionante vida del irlandés Roger Casement, personaje real inspirador de este trabajo que, en palabras de Vargas Llosa, "tuvo una vida muy aventurera y realmente novelesca". Tres años ha dedicado el autor a reconstruir la vida de este defensor de los derechos humanos, que fue diplomático británico y que acabó militando activamente en la causa del nacionalismo irlandés. "No me acuerdo cuando descubrí este personaje, pero sí que fue al leer una biografía de Joseph Conrad. Al principio me despertó la curiosidad, sobre todo porque vi que había estado en la Amazonía, en el Perú amazónico. Empecé a buscar materiales sobre él y cuando me quise dar cuenta ya me había atrapado".
El sueño del celta narra, en definitiva, la peripecia vital de un aventurero, un idealista al que la vida le esperaba como una metáfora de la maldad. Ahí, en ese territorio que se multiplica por cinco (África, la Amazonia, Irlanda, la cárcel, el sexo), Casement toca la maldad humana en su estado más puro y, por tanto, más enfangado. Una obra apasionante que roza el alma humana, la atraviesa y la devuelve en su estado más verdadero, oscura o clara, clemente o maldita.
Rafa , muchas gracias por ser nuestro primer seguidor.Creo que este blog va a ser un buen medio de expresión y conexión entre todos.
ResponderEliminarFecididades por ser tan cercano y eficaz.
Pureza